Donde las Leyendas del Mar se hacen reales…

Belleza indómita en el Fin del Mundo

Dicen que en la Costa da Morte el mar cuenta historias de navegantes y faros solitarios, que en Corme entre acantilados y calas escondidas, se descubren secretos que solo los viajeros curiosos llegan a conocer.

Desde Malpica hasta Finisterre, la Costa da Morte es un espectáculo de contrastes:

  • Acantilados impresionantes.
  • Playas escondidas de arena blanca.
  • Pequeños pueblos marineros donde la vida sigue el ritmo de la marea.

La Costa da Morte no es solo un destino, es una experiencia, un encuentro con la naturaleza en su estado puro.

A pocos minutos, el Cabo do Roncudo se alza con sus faros solitarios y sus aguas bravas, testigos de la vida de los percebeiros que desafían el mar para extraer uno de los mariscos más preciados del mundo.

Gastronomía de A Costa da Morte

La gastronomía de A Costa da Morte es un reflejo auténtico del Atlántico gallego. El mar aporta tesoros como los percebes de O Roncudo, centollos, nécoras y pescado fresco como la merluza de Muxía o el rape de Laxe.

Además de la calidad de sus productos, destaca el respeto por la tradición en cada receta. La cocina es sencilla, basada en el sabor natural de los ingredientes y en el saber hacer de generaciones. Comer en esta región es una experiencia que conecta con la cultura, la identidad y el paisaje salvaje de Galicia.

Percebes.

O Camiño dos Faros

O Camiño dos Faros es una ruta única que recorre la costa de A Costa da Morte, uniendo Malpica con Fisterra a lo largo de unos 200 kilómetros de paisajes salvajes. Sendero junto al mar, va enlazando faros, acantilados, playas vírgenes y pueblos marineros, en una experiencia que mezcla naturaleza, historia y emoción.

El camino no es solo un recorrido físico, sino también sensorial. El sonido del mar, el olor a salitre, la luz cambiante del Atlántico y el silencio de los faros crean una atmósfera especial. Es una travesía para desconectar del ruido, descubrir rincones ocultos y dejarse llevar por el ritmo pausado del paisaje.